La educación jesuítica, parte de la consideración del hombre que es persona humana desde el momento mismo de la concepción, como unidad bio-psico-social y espiritual, abierto a la trascendencia en las diversas dimensiones:
- Cultural
- Social
- Histórica
En búsqueda constante de Dios a través del modelo de Cristo, «el hombre para los demás».
En esta perspectiva, el hombre es una persona en una comunidad de personas, siendo la familia la primera y básica comunidad educativa formadora de saberes, valores y afectos. Las familias, el Colegio y la comunidad educativa, deben conformar u contexto en el que se desarrolle lo más profundo y permanente del hombRe: su amor a Dios, a la naturaleza y al prójimo, sus valores y su vocación de servicio.